La sensación de llegada es, de verdad, incomparable. Un espacioso lobby con recepción y vistas al mar y al cielo que comunica ambos edificios, asientos en grada, elementos orgánicos, imposible sentirte mejor.
Vamos a la piscina, está en primera línea de mar, hay hamacas, sombrillas, te puedes bañar y tomar el sol, y tomar algo también, y volverte a bañar y tomar el sol otra vez… y la música siempre ahí, haciéndote compañía mientras conoces a gente a la que quizá olvides mañana o quizá no vuelvas a olvidar jamás.
Sabemos que hay cosas que, si no las compartes, es como si no hubiesen pasado. Por eso, tenemos la foto perfecta para las vacaciones perfectas; una terraza, una ducha, el mar y el cielo… será imposible que no te la hagas y menos aún que no la compartas… ¿Prefieres bañarte en el mar? Pues tenemos un acceso directo, claro que sí. A dos minutos de tu habitación… un baño en el mediterráneo.